Cuento chino
Primer pasodoble dedica a la radio y a los locutores Pepe Benítez como Juan Manuel Pedreño. El sello del músico en la melodía. Un sello que lleva el soniquete de las comparsas portuenses. El segundo a las adopciones de niños chinos, en la que defiende a sus padres por buscar un futuro mejor para sus hijos. Enfrenta esta actitud con algunas prácticas de occidente. Defienden el papel de madre de estas madres “que no te reprochen nadie, tu hija hoy es feliz”, comenta la letra que parece escrita en primera persona, ya que uno de los autores ha vivido esta experiencia. Los cuplés son bastante discreto. El primero sobre las relaciones sexuales en la tercera edad. O la falta de ellas. En el segundo de la relación de una mujer casada con el repartidor del butano. En el estribillo cuentan esa historia de la adopción de una niña china “y desde Shanghai me la traje a Cai”. En el popurrí, tras el guiño a la adopción, que es la historia que da cuerpo y sirve de hilo conductor de la comparsa, vuelven a dar muestra de lo que es la escuela de comparsas de El Puerto. Albert y Ezquerdo son dos clásicos de la modalidad y garantizan siempre calidad, como la que traen en esta comparsa, por encima de los matices sobre las concesiones a la historia personal de los autores.